viernes, 1 de mayo de 2015

Encuentran materia oscura dentro de la Vía Láctea

Midiendo la rotación del gas y las estrellas que componen nuestra galaxia los científicos han comprobado que existe una gran cantidad de materia oscura entre el Sistema Solar y el centro de la Vía Láctea.

La materia oscura es uno de los grandes misterios del universo. Según los cálculos de los investigadores es cinco veces más abundante que la materia ordinaria, aquella compuesta por átomos y que conocemos más en profundidad. El problema que tiene esta enigmática materia es que es muy difícil de detectar, pues no emite luz visible u otra radiación. Entonces, ¿cómo han conseguido estos investigadores, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por primera vez,  una prueba de la presencia de materia oscura?


Como explica el el director del estudio, Fabio locco, investigador del Instituto de Física Teórica, en Madrid, “la existencia de la materia oscura se estableció con firmeza en la década de 1970 con varias técnicas, incluyendo la medición de la velocidad de rotación del gas y las estrellas, que proporciona una manera efectiva para pesar la galaxia anfitriona y determinar su masa total”.   

Algo no cuadraba. Gracias a un completo análisis de las mediciones del movimiento del gas y estrellas y comparándola con la velocidad de rotación esperada en caso de que solo existiera materia luminosa se dieron cuenta de que algo fallaba. En realidad no es que fallase, sino que para explicar todos los movimientos medidos se necesitaba un factor más en el cálculo: la materia oscura. En palabras del propio Iocco, “hemos demostrado que la rotación observada no puede explicarse a menos que existan grandes cantidades de materia oscura alrededor de nosotros, y entre nosotros y el centro galáctico”.

Tras esta primera observación directa de la presencia de materia oscura en la parte más interna de la Vía Láctea, el siguiente paso parece claro: establecer su posición exacta dentro de nuestra galaxia. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Physics.

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